EVA Y BEBA Y EL RÉCORD DE LOS DINOSAURIOS

En el tercer episodio de la serie dedicada a las aventuras de estas dos niñas, muy amigas y que van a la misma clase, Beba se aburre durante la hora que su colegio dedica a lectura, hasta que su profesora el entrega un libro que cuenta diversas clases de records conseguidos a lo largo de los años por distintas personas. Cuando salen al recreo se lo enseña a sus compañeros que se asombran de las cosas tan curiosas que han hecho que algunos de las personas mencionadas en el libro hayan merecido serlo, como un chico que ostenta el record de roturas de pierna con catorce veces. La emprendedora protagonista vuelve a casa dispuesta a ser también alguien capaz de hacer algo antes, más veces y más deprisa que nadie. Después de varios fracasos suyos y de otros niños de su clase que han tenido la misma idea, Beba decide cavar en su jardín por si encuentra huesos fósiles y llega a ser la paleontóloga más joven del mundo. La autora narra en tono de suave humor los disparatados planes de la protagonista, a la vez que parece tomar a broma obras como aquella a la que se refiere. Al final lo importante es que, gracias al pintoresco empeño de Beba, y a la colaboración de los ricos bizcochos que hace su padre, se organiza en su jardín una merienda de amigos que es más interesante y divertida que batir un record sin otro objetivo que hacerlo.

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