LA CONSPIRACIÓN

La obra reconstruye el dramático episodio del asesinato del presidente John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963 en Dallas (Texas). El autor rechaza la versión oficial que señala a Lee H. Oswald como único responsable del crimen.
Tanto Robert F. Kennedy (1925-1968) hermano del presidente y Fiscal General del Estado, como los miembros de su gabinete, colaboradores y amigos, estuvieron convencidos de que un solo hombre no pudo cometer el mortal atentado. Según la hipótesis del autor, la trayectoria de los proyectiles en el cuerpo de la víctima y la rapidez de los disparos demostraban la intervención de varios tiradores situados en posiciones diferentes. Por otra parte, la extraña captura de Lee H. Oswald y su posterior asesinato a manos del mafioso Jack Ruby, impidieron la celebración de un juicio en el que el acusado hubiera podido delatar la existencia de cómplices. Los esfuerzos de Robert Kennedy por aclarar los hechos resultaron inútiles, debido a la oposición de los directores del FBI, de la CIA y altos cargos de la seguridad nacional que preferían olvidar cuanto antes el brutal atentado. La investigación gubernamental centrada en el llamado Informe Warren se limitó a confirmar las tesis oficiales que atribuían a Lee H. Oswald la única y exclusiva responsabilidad del crimen. El asesinato del senador Robert Kennedy (Los Ángeles, 1968) le impidió proseguir las investigaciones para aclarar la muere de su hermano. Robert se mostraba convencido de la existencia de una conspiración de múltiples ramificaciones en la alta política, la mafia y de grupos radicales conservadores. El estilo, de expresión ágil y amenas referencias ambientales, describe los acontecimientos con la calidad literaria de relato novelado. El periodista americano David Talbot formaba parte del equipo de comunicación del senador Robert Kennedy en el momento de sufrir el atentado que le causó la muerte.

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