LA CONTINUA KATHERINE MORTENHOE

La continua Katherine Mortenhoe de David Guy Compton (Londres, 1930) es una novela psicológica con ribetes de ciencia ficción ambientada en Inglaterra. En ella se describe una sociedad con ciertos rasgos contemporáneos en la que la muerte se ha retrasado hasta una edad muy avanzada mediante un exhaustivo control médico de la población; otro ingrediente es que los individuos permanecen en conexión continua de información e imagen, de forma que la realidad se puede fabricar, modificar y programar, hasta el punto de que parejas y los matrimonios se pueden renovar.
En esa atmósfera distópica, Katherine Mortenhoe es diagnosticada de una enfermedad cerebral provocada por la dificultad de procesar más datos y sabe que morirá en cuatro semanas. Katherine vive con Harry, alguien que es más bien un compañero de fatigas y que no tiene inconveniente en plantearse otra renovación matrimonial si fuera necesario. Desde el diagnóstico, Katherine sufre terribles dolencias y delirios, en algún caso eróticos, que procura soportar con disimulo, pero su caso ha saltado a la fama y, constantemente, le llegan cartas de comerciantes con ofertas de todo tipo para disfrutar de sus últimos días. Además, los medios de comunicación le asedian para que participe en programas televisivos y trasmita su experiencia; a pesar de que ella se niega al espectáculo, no puede evadirlo pues un reportero la vigila en todo momento ya que tiene unas cámaras implantadas en su retina y su actividad constituye una auténtica invasión de la intimidad de Mortenhoe.
Lo sorprendente de esta narración, escrita en 1974 y un poco orwelliana, es que predice avances de una tecnología puntera así como el poder de las redes sociales y la dificultad de eludirlas. Novela centrada en la muerte desde una mirada más bien macabra y en ocasiones mordaz y socarrona a través de la voz y conducta algo descarada de la protagonista.
Compton es un escritor algo visionario que recurre a la alternancia de relatores para aportar mayor interés y tensión a una novela muy bien escrita en la que lanza una crítica acerca de la ausencia de ética en las relaciones humanas y de cómo el dolor se puede convertir en espectáculo. La continua Katherine Mortenhoe ha sido llevada al cine con el título de La muerte en directo.

Reyes Cáceres