LA MALDICIÓN DE LOS DELGADO

Entre el sueño y la realidad, los cuatro relatos que integran el volumen se refieren a otros tantos episodios de la historia de España que transcurren en lugares distintos de tierras peninsulares y americanas y fechas comprendidas entre los siglos XVI y XX.
Los nexos de unión entre las distintas narraciones lo forman dos elementos, uno de carácter mágico y el otro relativo a una vinculación de carácter personal. El primero de ellos gira en torno a la presencia constante de una extraña ave de mal agüero que solo anuncia desgracias inminentes. El segundo elemento se refiere a la misma familia de los Delgado que se suceden a través del tiempo y el espacio bajo la amenaza del maléfico animal. En el episodio inicial, la responsabilidad de atraer la maldición se le atribuye a Diego Delgado, compañero de Pizarro en el Perú que, en 1533, tras disparar sobre aquel “Pájaro de fuego” híbrido de águila y cóndor, murió aplastado por una piedra en Cajamarca. En el segundo acto, ocurrido siglos más tarde, un 2 de mayo de 1808, es Mauro Delgado a quien aguarda la desgracia en las calles de Madrid después de contemplar el vuelo rasante del diabólico pájaro. Al nuevo personaje, Alfonso Delgado, le corresponde el protagonismo del tercer episodio al contemplarlo sobrevolar los edificios de Guernica horas antes de ser arrasados por los bombarderos ítalo-germanos el 26 de abril de 1937. El cuarto relato cierra el volumen el 4 de agosto de 1704 en Gibraltar antes de su caída en manos de los ingleses durante la Guerra de Sucesión española. En esta ocasión es Juan Delgado uno de los defensores de la plaza a quien corresponde observar el vuelo del pájaro de fuego que antecede a la llegada de las fuerzas invasoras. En los relatos los hechos reales y los elementos ficticios están fundidos en forma narrativa con desigual acierto técnico y estilístico, desde el punto de vista literario. No obstante Alfonso Medel Delgado (Tudela, Navarra, 1980) ingeniero técnico industrial de profesión, muestra en su primera novela ciertas cualidades imaginativas que animan el desarrollo de la acción. Los personajes, aunque separados por circunstancias históricas distintas comparten sin embargo unos mismos sentimientos y afectos, que unas veces muestran en sus relaciones amorosas y otras expresan al reflejar el dolor y la humillación ante las derrotas sufridas a manos de fuerzas extranjeras.

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