LOS EXTRAÑOS

Un narrador no identificado evoca en esta novela el recuerdo de cuatro miembros de su familia, paterna y materna, a los que o no conoció o apenas recuerda por haberlos tratado en su primera infancia. Todos ellos eran hombres que, debido a su modo de ser o a las circunstancias que les correspondió vivir, se vieron rodeados de un halo de extrañeza en su entorno o, al menos, actuaron de modo diferente a lo que su familia esperaba de ellos.
Los dos primeros relatos, dedicados al abuelo materno y un tío paterno, escritos con tono amable, evocan sucesos de carácter personal, que reflejan rasgos de parientes próximos que muestran elementos propios de su época y del ámbito social al que pertenecieron. La trayectoria de los dos siguientes, plantea cuestiones más complejas, en tanto que uno de los personajes fue un tío abuelo bailarín y cantante, ex seminarista y claramente homosexual, aunque no se diga de modo explícito; y el otro un oficial del ejército republicano durante la guerra civil que murió exiliado en Francia. El primero es objeto de un enfoque narrativo discreto, aunque indirectamente se critica el rechazo que su condición despertaba entre su familia. El militar republicano, por su parte, aparece como un convencido teósofo dedicado a un gnosticismo de influencia masónica. Al referirse a estos dos personajes, la obra pierde su carácter cálido y afectivo para entrar en terrenos ideológicos, donde se apreciar matices de controversia doctrinal. Desde el punto de vista literario, la obra está bien escrita pero el tratamiento que reciben los primeros hace más grato su recuerdo, por la forma de reconstruir su historia sin implicaciones ajenas a la literatura. Los otros dos, al contrario, es decir por motivos extraliterarios, quedan reducidos en su dimensión humana y pasan a convertirse en estereotipos ideologizados.
Vicente Valero(Ibiza, 1963) se dedica sobre todo a escribir poesía.

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