LOS MISTERIOS DEL CALLEJÓN VOLTAIRE. 7: UN ESQUELETO DEBAJO DEL TEJADO

El séptimo caso investigado por el grupo de detectives aficionados compuesto por los vecinos de un edificio situado en un callejón de París, no está ambientado en esta ciudad sino en un apacible pueblecito de la región del Loira. Hasta allí han llegado los hijos del inspector Gaillard, de la policía parisina, junto con su madre para que ésta se recupere del agotamiento que le ha producido una sobrecarga de trabajo. Acompañados del anticuario Bardouchon y de su madre, que se ha ofrecido a brindar a todos sus grandes dotes culinarias, se disponen a pasar unos apacibles días de descanso, en pleno esplendor primaveral de la campiña. Sin embargo, en la casa que han alquilado, varias cosas funcionan mal y se hace necesario llamar a un operario para que haga las reparaciones debidas. Cuando éste comienza su trabajo, una pared se desploma parcialmente, en la buhardilla y en el hueco que produce aparece un esqueleto que se adivina que lleva muchos años escondido allí. La obra narra el entusiasmo con el que los protagonistas se lanzan a investigar este inesperado caso que anima unas vacaciones que se presentaban algo aburridas. La obra envuelve una trama basada en hechos ocurridos en tiempos lejanos en una ambientación rural muy bien descrita y en unos personajes, ancianos en su mayoría, que desgranan sus recuerdos sobre la víctima emparedada con tono pausado y de hondo poder evocador. Escrita con el estilo cuidado y la excelente técnica narrativa que caracteriza toda la serie, la obra constituye una lectura interesante y de notable calidad literaria.

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