LUNA Y EL PANDA ROJO VUELVEN A SER AMIGOS

La segunda aventura de Luna con su amigo Karlo, el panda rojo que vive en la casa del árbol de su jardín, se refiere a que los dos, recién instalados en su nuevo domicilio, se disponen a colocar los muebles de sus respectivos dormitorios pero de forma que cada uno arregle la habitación del otro. Luna mete en la lavadora y en la secadora la manta de Karlo que acaba totalmente estropeada por el calor y el detergente y Karlo convierte el dormitorio de Luna en la guarida de un oso. A ninguno le gusta mucho el trabajo del otro, pero como son amigos no se enfadan porque comprenden que los desastres no han sido por mala voluntad y que la amistad vale más que todas las mantas, muebles y adornos del mundo. El cuento, escrito con palabras sencillas, en tono de amable ternura, refleja la soledad en que viven los protagonistas, Luna por ser hija única y el oso panda por venir de muy lejos sin ninguna compañía, más que la que se hacen uno al otro. Al acierto del texto, cuyo contenido elogia el valor de la amistad, se añaden la acertada presentación editorial, muy cuidada y las ilustraciones, de excelente calidad estética, realizadas de forma acorde con el sentido de la historia a la que acompañan.

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