PARTE DE GUERRA

El joven protagonista de esta novela se alista como voluntario en el arma de artillería del ejército alemán en el verano de 1914, apenas iniciadas las operaciones de la Iª Guerra Mundial. El relato de sus experiencias militares abarca los cuatro años del conflicto en los que fue ascendido al grado de alférez por méritos de guerra, tras servir en las baterías del frente Occidental (Francia) y de Rusia.
La acción narrada incluye, además de las memorias de campaña del protagonista, numerosos partes de guerra, instrucciones militares, arengas y proclamas del Kaiser Guillermo, noticias y anuncios de la prensa alemana que ofrecen una visión distinta a la percibida desde las trincheras por los combatientes. Se pone de relieve el heroísmo de los soldados y su capacidad de resistencia ante el dolor y la muerte frente la indiferencia de los políticos que en la retaguardia deciden sobre la vida de millones de personas. Los episodios bélicos se describen con el realismo brutal los asaltos de la infantería y los destrozos de los cuerpos, desfigurados bajo el fuego de metralla. El alférez Reisiger se muestra ejemplar en el cumplimiento de sus deberes, arriesga la vida en operaciones suicidas, se gana el cariño de subalternos y superiores y solo al final, convencido de la derrota, se niega a enviar a sus hombres a una masacre sin sentido. En sus apuntes de campaña deja unos versos en los que considera las guerras modernas como un crimen contra la humanidad, por lo que se le recluye en un manicomio militar. El tono autobiográfico de la obra se confirma teniendo en cuenta las circunstancias de la vida real de Edlef Köppen (1893-1939). El autor, soldado voluntario del ejército alemán en el arma de artillería, al final de la contienda fue declarado loco por sus jefes e ingresado en un hospital psiquiátrico. Murió a los 36 años a causa de las heridas recibidas en la guerra.

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