¿POR QUÉ CAEN LOS IMPERIOS?

En esta obra de Historia, los dos autores, historiador y economista político respectivamente, explican cómo se extendieron hasta más allá de los confines los Imperios romano y estadounidense, respectivamente. El libro es un ejercicio interesante pues compara y contrapone el ejemplo que puede extraerse del primer Imperio sobre el segundo, extrayendo las consecuencias pertinentes en forma de semejanzas y diferencias.
Heather y Rapley creen que llevamos muchos siglos de dominio sobre la tierra, pero al cambiar el milenio se vinieron sucesivos factores de todo orden (económicos, políticos, sociales, etc.) que condujeron a la situación actual: antiguos imperios venidos a menos. Hoy en día enfrentamos un marco donde la crisis económica, la polarización política y el descenso en picado de la natalidad nos obligan a atender a un proceso que, por lo demás, ni es la primera vez que sucede ni, probablemente, la última: asumir que no somos los de antes y que vamos en franco declive. No están solos en el empeño. Pensadores como Ross Douthat creen que puede haber cierto margen de mejora en sociedades incluso “decadentes”.
Según la tesis principal del libro, estos cambios, por lo demás drásticos, duros y de calado, no fueron imprevistos del todo. Transitar de un poder cuasi omnímodo hasta la desintegración no puede ser atribuido a la mera coincidencia o a un factor aislado. No solo fueron hechos como las invasiones bárbaras sino un colapso interno y externo que devoró al Imperio desde dentro. La caída romana permite identificar las claves de dicho proceso y pensar sobre el surgimiento de pujantes derredores que socavan y sustituyen al anteriormente todopoderoso. Es así como los autores emplean estas sabidurías para conocer en qué manera Occidente pasa por su propio declive. Un libro, en suma, ideal para conocer a qué se debe que estemos como estamos a lo largo y ancho del Viejo Continente (y más allá).

TROA