TZILI, LA HISTORIA DE UNA VIDA

Aharon Appelfeld, a la manera de los cuentacuentos rodeados de absortos oyentes que no pueden dejar de escuchar, va relatando la conmovedora y fatal historia, en ocasiones tierna, de la joven Tzili, volcando en ella parte de su propia experiencia.
A una infancia de desapego por parte de su familia que no ve en la niña más que un irremediable estorbo, le sigue una adolescencia abandonada a su suerte cuando sus padres y sus hermanos deciden huir de su pueblo tras la invasión de las tropas nazis en el país. Joven judía de trece años y sin ninguna experiencia de la vida, logrará sobrevivir en razón de la casualidad, o de la ignorancia de cuanto le rodea. La sombra espesa del Holocausto se cernirá sobre ella sin lograr atraparla. El hacerse pasar por una hija de la prostituta María le acarreará desprecio, pero también le salvará de una delación segura al hacer creer que no es judía. En su inocencia tendrá que lidiar con miserables, rastreros y lascivos “puesto que el hombre es adúltero por naturaleza”. Tzili aprende a sobrevivir ante la adversidad sin más maestro que ella misma. En su ignorancia logra hacer sus propios razonamientos ante la existencia de una vida todavía sin recorrer.
Una historia bellamente contada, pero desgarradora. En el ambiente flota la sensación de que el hombre siempre será una pasión inútil y que son los propios judíos los causantes de sus propias desgracias; la muerte será eterna persecutora; y hay que olvidar los terrores vividos, o al menos obligarse a olvidar.
El lector queda atrapado desde el principio de la novela por la bella manera de narrar del autor. La sensación de fatalidad no le abandonará en ningún momento al tener que comprobar que los pocos actos de generosidad quedan suspendidos una y otra vez en el aire.

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