UNA MÚSICA CONSTANTE

Un violinista inglés tiene en su vida dos grandes amores: el violín que toca, que no es suyo sino prestado, y una antigua novia, de la que huyó tiempo atrás y que ahora tiene marido e hijo. La música es el elemento aglutinador de todos sus intereses, ya que la mujer amada también es concertista, aunque una grave enfermedad la ha dejado sorda.
La obra trata de la vehemencia de la pasión artística y amorosa, fundidas en una sola. El argumento, tenso, angustioso a veces, se centra en el sufrimiento interior del protagonista, que teme verse privado de su precioso instrumento y no recuperar a la única mujer a la que quiere. La relación del protagonista con su antigua novia, por la que se descubre todavía atraído, se enfoca desde la consideración del adulterio. En esa situación, acaba por tocar mecánicamente, sólo para ganar dinero, a la espera de ver sus sueños definitivamente logrados o perdidos. Su violencia interior contrasta con una apariencia externa calmada, próxima al desvalimiento, como ajena a la realidad material tangible. Escrita en estilo directo, con predominio de los pasajes dialogados , la obra es sencilla de leer pero compleja de asimilar, no por el planteamiento de la acción, en sí mismo lineal y ordenado, sino por la continua presencia de interferencias con el mundo de la música, capaces de desorientar al lector ajeno a este ámbito.

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