WADZEK CONTRA LA TURBINA DE VAPOR

Novela social de intención crítica que narra los desesperados intentos de un modesto industrial berlinés para evitar la ruina inminente de su empresa e impedir que sea absorbida por otra mayor y más moderna. Su situación profesional y financiera le provoca además profundas alteraciones psíquicas, que influyen en el entorno doméstico, afectando también a su mujer, que se convierte en alcohólica y a su hija.
La obra, escrita en 1914 aunque no se publicó hasta 1918, finalizada la primera guerra mundial, refleja una situación de inestabilidad económica que afecta en especial a pequeñas fábricas como la de Wadzek. El protagonista al no poseer capital suficiente para adaptarse a nuevas técnicas que requieren fuertes inversiones, se ve obligado a declarar la quiebra. El autor adopta un planteamiento narrativo tragicómico que recuerda el de B. Brecht, para mostrar el lado más salvaje del capitalismo a través de unos personajes, Wadzek, su familia y un extravagante ingeniero, que resultan patéticos y absurdos a la vez. La trama, desmesurada en su intención de denuncia, se desarrolla a base de situaciones delirantes y grotescas, ensambladas con medios técnicos complejos, a base de bruscos cambios de ritmo, de escenario y perspectiva, siempre con el deseo de sorprender y perturbar al lector. El estilo, dentro de los más estrictos márgenes del expresionismo, respetado por una traducción excelente, recuerda al de J. Joyce y pone de relieve con fría objetividad la magnitud de la indefensión y la debilidad del visionario y asustadizo protagonista. A. Döblin (1858-1957) psiquiatra de profesión, refleja en términos muy duros la locura que se apodera de los personajes centrales, que en cierto sentido, simboliza la crisis vivida por Alemania en esa época.

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