A LA DERIVA EN EL NILO

Naguib Mahfuz (1911-2006) se licenció en Filosofía en la Universidad de El Cairo y trabajó como funcionario en distintos ministerios y en organismos culturales. Comenzó joven su carrera literaria siendo un autor prolífico: columnista, guionista, dramaturgo y escritor de novelas y relatos cortos. Recibió el Premio Nobel en 1988. Muestra en su obra su concepción existencialista, y en las sucesivas etapas, los matices históricos, revolucionarios y espirituales de su país, hasta alcanzar lo onírico y surrealista.

A la deriva en el Nilo corresponde a su tercera fase literaria donde el protagonismo de la Revolución pierde fuerza y aparecen personajes que carecen de sentido para el trabajo, sin esperanzas de una vida mejor. El protagonista, Anís Zaki, funcionario, se encuentra hastiado de su trabajo y de su día a día. Lo que le permite sobrevivir en cierta manera a ese sinsentido de vida es la reunión que tiene lugar en su casa flotante todas las noches. Acuden sus amigos y se llaman a sí mismos la familia de la casa flotante, donde comparten el narguile siempre preparado con el polvo que les facilita evadirse de lo que les rodea. Las conversaciones se suceden a su ritmo volcando pensamientos filosóficos o intrascendentes, y siempre con un matiz de nostalgia y de incapacidad por vivir de otro modo. El desarraigo que caracteriza a los personajes tiene su eco en la actualidad reflejando una actitud cínica ante la vida. Por otro lado, no queda claro si es la amistad lo que les une o el hecho de compartir una existencia tediosa únicamente alegrada por la adicción a la droga y a las relaciones superficiales y sexuales.

El autor expone a través de una prosa rica y sin abusar de adjetivación la realidad que le rodeaba en los años 60. Relata la sucesión de hechos, circunstancias y diálogos entre los personajes, alternándolos con las divagaciones del protagonista lo que permite captar al lector su huida de la realidad y su estado vegetativo casi constante.

Elvira Lorenzo