ASESINATO Y ÁNIMAS EN PENA

El director de la sección de espectáculos de un periódico canadiense, al llegar a su casa encuentra a su mujer con un amante, crítico teatral del mismo diario. La reacción del amante es rápida y violenta: mata al marido. Y este hombre, trasmutado en fantasma, decide seguir a su asesino, que en esos días asiste a un certamen de cine, en el que las películas, que abarcan desde mediados del siglo XVIII, tratan de los antepasados del muerto.
Davies (Canadá, 1913-1995) relata en clave de humor unos sucesos que marcan a una familia y una multitud de episodios que conforman la historia fragmentaria de diversos personajes a lo largo de dos siglos. El resultado, para el difunto, es que el haberse convertido en un ser fantasmagórico le proporciona una vida más lúcida, esperpéntica a veces, de la que llevaba. El talante jocoso, y a veces de suave ironía, atenúa el tono frívolo con que se tratan el matrimonio, el aborto, las creencias religiosas, etc. La práctica anglicana queda como algo puramente convencional. Excepto en el crimen inicial y el último capítulo, la novela se va desarrollando alternativamente en los dos planos; resulta ágil, aunque sin apenas diálogo y con escasa fuerza narrativa.

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