DIARIO DE UNA NAZI

Relato en primera persona de Ingrid, alemana, esposa de un alto mando de las SS de Auschwitz que vive en Cracovia con el marido y un hijo llamado Erich.
Ella está identificada con el ideario nazi, considera la raza aria superior, con un desprecio absoluto hacia el pueblo judío y también hacia el pueblo polaco al que considera una raza inferior. Viven en una lujosa mansión con abundante servicio. Ingrid hace amistad con Clara, esposa de otro alto mando alemán. Las conversaciones con Clara le llevan poco a poco a dudar sobre el correcto tratamiento del nazismo hacia los polacos.
Trabaja en la casa un jardinero polaco llamado Bartek por el que empieza a sentir una fuerte atracción por su aspecto y por su personalidad. Bartek tiene un hijo que posteriormente se sabrá que es judío y ha sido adoptado por el jardinero, que empieza a jugar con Erich.
Clara, después de varios encuentros, le comunica que es judía y que su esposo ha ocultado su identidad. Este desconcierto le lleva a ir en busca de su marido a Auschwitz donde descubre las atrocidades que se llevan a cabo y la verdadera personalidad de su esposo. Por su parte Clara está convencida de que su marido es un auténtico asesino que la ha protegido pero por tenerla como una posesión más.
Después de diferentes hechos y asesinatos cometidos tanto por uno como el otro de los altos mandos, las dos mujeres se deciden a romper totalmente con ellos y a proteger a una niña judía y al hijo del jardinero buscando el modo de salvarles.
Clara para provocar la muerte de su marido hace público que es judía en plena fiesta del cumpleaños de éste. Ella se suicida y causa el suicidio de él. Por su parte Ingrid, embarazada del jardinero, viaja a Alemania junto a sus padres. La guerra está llegando al final. La novela termina con un encuentro en 1990 entre Ingrid, sus hijos y Bartek, el jardinero.
Es un relato largo y minucioso, 784 páginas. Mantiene la atención y la intriga en toda la novela. El vocabulario es rico y culto. Las atrocidades del campo de concentración y otras perpetradas están narradas con cierta frialdad y ponen de manifiesto el odio irracional del nazismo.

TROA