EL CASTILLO DE CRISTAL

Historia de una familia norteamericana, inspirada en la de la propia autora, periodista de profesión. Durante años, la protagonista, sus hermanos y sus padres llevan una vida vagabunda y miserable, aunque ambos progenitores estaban capacitados para tener un trabajo estable, debido a los desequilibrios psíquicos de ambos y al alcoholismo del marido. En cuanto pueden ganar algo de dinero los chicos se ayudan unos a otros a salir adelante, pero los padres, liberados de toda responsabilidad, se convierten en "sin techo". La obra refleja los problemas de unos marginales voluntarios que plantean su existencia sin deberes ni obligaciones a los que someterse.Su supervivencia se apoya en los recursos de una nación rica, donde es posible mantenerse con lo que otros desechan, pero a costa de que los pequeños paguen un tremendo precio afectivo. La historia está bien narrada, en términos de sobrio dramatismo, mezclado con abundantes sonrisas. A pesar de todo, la narradora se muestra leal a su padre y tolerante con su incapaz madre, además de muy unida a sus hermanos. Escrita con técnica de factura más comercial que literaria y estilo directo, de vocabulario sencillo y coloquial, esta novela es entretenida y de fácil lectura porque atiende más a los sentimientos que a las ideas, y está destinada a un público amplio. El entorno moral de los personajes es muy tenue, pues no han recibido la menor formación, pero la autora se muestra discreta y se sitúa en un ámbito de ética de mínimos aceptable, incluso cuando refleja situaciones de perversión sexual o de fobia religiosa.

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