EL CASTILLO DE LA CARTA CIFRADA

Un marqués, ya en los umbrales de la vejez y que lleva veinte años recluido en su castillo, escribe una carta ininteligible a un conde vecino suyo. Esta carta ha de ser entregada por un criado en propia mano, y las incontables y meticulosas instrucciones que dicho criado recibe para cumplir bien su cometido forman la novela. El relato consiste exactamente en las advertencias, consejos, dudas, órdenes, prohibiciones, explicaciones, etc., que el conde da a su criado (que lleva el convencional nombre de Bautista), sin que exista el menor diálogo. La novela está con tal habilidad amañada que llega a resultar realmente interesante, no sólo por el ingenio con que se encadenan los diversos asuntos, que a veces rozan el mundo kafkiano, sino también gracias a un lenguaje pulimentado como una joya y que a fuerza de buen hacer resulta tan natural como expresivo. Un episodio un tanto escabroso está resuelto con discreción.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa