EL DESCONTENTO DEMOCRÁTICO

Sandel se ha convertido en uno de los pensadores más importantes de la actualidad. Por ello, la editorial Debate ha considerado oportuno reeditar, con algunos textos nuevos, este libro sobre la democracia publicado hace algunas décadas, concretamente en 1996. Se trata de un libro que permite ver la continuidad de la obra de Sandel, por un lado, y que, por otro, ofrece una introducción muy completa a su pensamiento.

Como hace en La tiranía del mérito, Sandel parte del descontento de la sociedad, un descontento que tiene diversas causas, pero que se pueden resumir en el agotamiento del paradigma liberal. De ahí que el pensador americano apueste por reconstruir los lazos sociales y por recuperar la idea de bien común. Con un estilo didáctico y muchos ejemplos -la mayoría americanos, pero que se pueden extrapolar al resto de sociedades occidentales- Sandel pone de manifiesto que la erosión de valores cívicos como consecuencia de tendencias privatizadoras, ideologizadoras y consumistas. Frente a ello, su ideal es el de una ciudadanía activa: así, no defiende un determinado ethos, sino que su voluntad es la de contribuir a que los agentes sociales contribuyan a dinamizar la esfera pública integrando a todos los ciudadanos en una conversación ininterrumpida.

La lectura de El descontento democrático deja un mal sabor de boca porque uno se da cuenta de que muchos de los problemas que hemos de afrontar hoy -el populismo, la desigualdad, los temas de identidad- vienen de lejos y se podían haber atajado si se hubiera transformado la conciencia pública. Ese es, al fin y al cabo, el objetivo de Sandel: que quien se acerca a su obra decida implicarse en la vida social y se dé cuenta de que su voto no es solo una manera de defender el interés privado, sino la forma en que transmite los valores sociales que considera más urgentes.

Un libro muy interesante para comprender la estructura de la esfera pública y pensar en medios de reconfigurarla. Una observación: aquí está todavía el Sandel más académico. Aunque se entiende, hay algunos debates y un estilo más encorsetado que el adoptado después por el pensador americano.

TROA