EL MES MÁS CRUEL

El libro se compone de varios relatos independientes, pero con ciertos elementos comunes. Todos tratan de personas que se mueven en ambientes normales: una casa, un bosque, pero en los que aletea algo extraño, diferente. Esas personas sufren, están desvalidas, requieren atención especial. Cada relato, muy breve, recoge una situación que ocurre en corto lapso de tiempo.Su ambientación no se refiere a ningún lugar que pueda identificarse, pues eso es lo de menos, y tampoco importa la nacionalidad de los personajes.
Sutilmente y de modo implícito, Adón quiere mostrar la asfixia que pueden producir en una persona aquellos que la quieren, la inutilidad de querer ayudar a los demás, el rechazo que padecen los distintos; en todos esos seres hay una profunda soledad. Con pocas palabras la autora da un aliento poético a estas breves narraciones, en las que abunda lo sugerido, insinuado, y que llevan al lector a preguntarse si ha entendido bien el mensaje, que se le ha mencionado de forma algo confusa. Los relatos dejan una sensación duradera de nostalgia y hacen pensar. Acaban abruptamente, al alcanzar el climax de la idea que se quiere mostrar, a través de un diálogo o de una breve reflexión. Todos incluyen al final un poema, como una lectura distinta o una voz diferente de la que se había oído hasta entonces, y que impele aún más a reflexionar.

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