FUERA DE CARTA

Casi no hay mes en que Gomá no dé a la prensa un nuevo ensayo. En este caso, es una recopilación de diversas columnas en las que comenta, con su fina ironía y su gran capacidad sintética sus ideas de la actualidad. Proceden en su mayoría de su larga colaboración con El Cultural, aunque también hay otras secciones que recogen sus textos publicados en La Vanguardia.

Gomá se presenta como un nuevo Ortega. Y aunque tiene del filósofo malagueño ese arte de la filosofía suave y liviana, en realidad sus contribuciones han sido menos originales que las del autor de Meditaciones del Quijote. Le gustan los cultismos y las referencias. Y en eso es un maestro. Pero quizá tanta publicación puede perjudicar lo que tiene que decir.

Lo mejor del libro es que los textos reunidos son breves y actuales. En ellos, se presenta siempre con la intención de elevar el nivel cultural. Su teoría es que el filósofo debe regenerar la esfera pública y educar el gusto. Siendo elitista, en el fondo busca dirigirse a una mayoría culta o al menos tiene intención de formarla. Hay, claro está, una alusión repetida a las ideas de ejemplaridad pública, llamadas a la moderación, al goce estético, sin ocultar las vicisitudes, a veces trágicas, que uno debe afrontar.

Por otro lado, hay textos dedicados a filósofos como Aristóteles o el propio Ortega. Para quien esté acostumbrado a leer a Gomá, reencontrará sus argumentos. Para quien no se haya acercado a él, puede servir de introducción a una obra extensa.

Por otro lado, no hay atisbo de trascendencia.

TROA