- Editorial: PUNTO DE VISTA EDITORES
- Año de edición: 2025
- Materia: Narrativa
- ISBN: 979-13-87624-18-7
- Páginas: 272
- Encuadernación: Rústica
- Colección: < Genérica >
- Idioma: Español
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Irène Némirovsky (Kiev, 1903 Auschwitz, 1942) se estableció en París en 1919 junto a su familia huyendo de la revolución rusa. Hija de un banquero y perteneciente a la alta sociedad tuvo la oportunidad de estudiar en la Sorbona consiguiendo la licenciatura en Letras. En 1926 se comenzaron a publicar en revistas algunos de sus escritos y en 1929 vio la luz su primera novela. Su carrera literaria se vería interrumpida con su internamiento en el campo de concentración en Auschwitz. Muchos de sus escritos quedarían inéditos o se publicarían póstumamente, como algunos de los relatos que se recogen en Fuimos tan felices y otros cuentos.
Son cuentos escritos durante la época de ocupación que le permitieron sobrevivir. En ellos plasma una felicidad pasada y un destello leve de esperanza. La mala relación con su madre y el desafecto entre ambas también quedará patente en los cuentos a través de los personajes, la mayoría mujeres, con una psicología compleja, que muestran rivalidad entre madres e hijas, apegadas a una juventud egoísta y vanidosa o celosas por recuperar un tiempo perdido, deseosas de ser carnalmente amadas, admiradas, huyendo de los convencionalismos sociales a los que no dejan de aferrarse.
Historias de emigrados rusos, desclasados y degradados hasta llevarlos a aceptar los trabajos más viles también aparecerán en esta recopilación de cuentos, tema tratado en otras ocasiones por la autora.
Las relaciones matrimoniales son expuestas con un sentido fatalista, de infidelidad irremediable y considerando que el amor nace a partir del dolor y su alimento son las lágrimas.
Gran observadora de la realidad, el análisis que hace Némirovsky de las costumbres de la burguesía francesa es ácido, implacable, inmisericorde, poniendo en la palestra toda la hipocresía de la que son capaces. Decepcionada ella misma con los franceses, que le niegan la nacionalidad que para ella y su familia hubiera sido un salvoconducto, no deja de señalar a través de sus escritos ese carácter hipócrita e interesado de un pueblo que más tarde renegaría de su colaboracionismo.
Encarnita Herraiz

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