HOMBRES BUENOS

El descubrimiento en la biblioteca de la Real Academia Española, de los veintiocho tomos de la primera edición de la “Encyclopedie ou dictionnaire raisonné”, publicada en Francia entre 1751 y 1772, llevó a Arturo Pérez-Reverte a concebir la idea de escribir esta novela, Hombres buenos, sobre cómo pudo llegar hasta allí la obra cumbre de la Ilustración dieciochesca.
La acción, desarrollada en dos planos entrecruzados, narra en uno de ellos el viaje que poco antes de la Revolución, realizaron en el siglo XVIII el bibliotecario y un académico de entonces, almirante jubilado, hasta París desde Madrid, para adquirir la Enciclopedia, cuya venta libre estaba entonces prohibida en España por razones de censura. Alternando con este episodio imaginario aparece otro relato de ambientación actual, en el que Pérez Reverte da cuenta de sus investigaciones documentales en la Real Academia para seguir el curso de los acontecimientos reales de los que se nutre la parte novelada. La conjunción de ambas está bien conseguida aunque la historia de las aventuras parisinas de los dos buscadores de la valiosa joya bibliográfica, resulta un tanto prolija y premiosa. Los dos “hombres buenos”, enviados por la Academia, son encarnaciones plausibles del espíritu ilustrado, uno presentado en versión más descreída y progresista que el otro. Sin embargo, la relación que establecen con personajes franceses de sus mismas ideas da lugar a conversaciones demasiado extensas y eruditas que lastran el ritmo de la acción. Algunos episodios más dinámicos, tales como el encuentro con unos salteadores de caminos durante el viaje, o un lance de honor en París no consiguen paliar el efecto de la acumulación de páginas sobrecargadas de nombres de autores y referencias doctrinales. Este material, si bien refleja el caldo de cultivo ideológico que provocó el estallido revolucionario de 1789, parece excesivo para un tratamiento de carácter novelístico, necesitado de apoyos imaginativos. El estilo casi exclusivamente dialogado, resulta desigual, demasiado afectado en algunos personajes de alto nivel social y recargado de obscenidades en los pertenecientes a las clases bajas.

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