LA ESCALERA DE CARACOL

Ethel Lina White (Gales, 1876 - Londres, 1944), fue escritora de novelas de misterio y contemporánea de Dorothy Sayers y Agatha Christie. En la década de 1930 fue especialmente conocida después de que algunas de sus obras fueran adaptadas al cine. La escalera de caracol, escrita en 1933, fue adaptada en 1946 por Robert Siodmak con variaciones respecto a la novela original, llegando a convertirse en un clásico del cine de misterio.
Helen Capel trabaja en la mansión de la familia Warren como ayudante. Si hay algo que la caracteriza es su curiosidad, mayor que cualquier otra emoción. Huérfana desde muy pequeña, es una persona realista, acostumbrada a la pobreza y poco dada a la autocompasión. La necesidad de tener un trabajo con el que mantenerse la obliga a no pararse a considerar con demasiado detenimiento algunos comportamientos, ciertamente extravagantes, de los distintos habitantes de la casa. Tampoco el aislamiento de la mansión, rodeada de árboles que dibujan con frecuencia formas tenebrosas en la noche, le ha supuesto ningún problema. Pero las historias que le cuenta la cocinera sobre los asesinatos de varias jóvenes en los alrededores consiguen inquietarla y despertar su imaginación, más aún cuando el médico de la familia anuncia el asesinato de una antigua empleada de la casa esa misma noche en la arboleda próxima. Los acontecimientos se precipitan y todo parece indicar que quizá Helen sea la siguiente víctima.
Ethel Lina White escribe una novela de suspense psicológico. La ambientación se vuelve dramática al reducirla al espacio de una casa. Todo se desarrolla sobre un escenario aislado del exterior, cargado y opresivo. El recurso constante a la inclemencia del tiempo hace más sospechosa la aparente tranquilidad del interior.
El aislamiento material de la casa es un elemento más que la autora sabe manejar con pequeños detalles que llevan a identificarlo con el propio aislamiento de la joven con respecto al resto de los personajes, tanto con respecto a su nivel social, ético o religioso, clave para la actuación del asesino.

Encarnita Herraiz