LA MUJER QUE FUE VENUS

La obra consta de dos partes: una crónica histórica acerca de la Florencia del Renacimiento (segunda mitad del siglo XV) al comienzo del gobierno de la familia Medici, y una novela histórica ambientada en el mismo tiempo y lugar, en la que Sandro Botticelli narra cómo llegó a pintar su famoso cuadro titulado "El nacimiento de Venus".
La evocación renacentista que realiza el autor, ceñida al ámbito florentino, es una síntesis divulgativa escrita en tono ameno y perfilada con rasgos muy generalizadores, más literarios que científicos. La novela corta en torno a la figura de Venus, pintada por Botticelli con la cara de Simonetta Vespucci -bella dama ya fallecida cuando se realizó el cuadro- y el cuerpo de otra modelo, es una pieza narrativa muy convencional, con un argumento algo forzado por la poco convincente ficción en que se apoya. Lo más interesante es la ambientación, en la que la mezcla de lujo material, refinamiento social y esfuerzo creativo, intelectual y artístico propia del Renacimiento queda descrita con gran viveza, subrayándose sobre todo la acusada sensibilidad con la que se buscaba reflejar la belleza sensual, muy distinta de la mentalidad medieval, más inclinada al espíritu que al mundo de los sentidos.

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