LOBOS

Novela de intriga policial protagonizada por una experta en encontrar personas perdidas, sobre todo a niños. Cuando se produce el hallazgo del brazo izquierdo de seis niñas de edades en torno a los doce años, se une a un grupo formado además por agentes especiales de la Unidad de Investigación de Crímenes Violentos y por un criminólogo, en una ciudad y un país innominados.
Se trata de una novela muy compleja, cuya envergadura en algún momento pesa sobre el lector, hasta que comprende que todo obedece a un plan cuidadosamente trazado. El asesino en serie, un auténtico depredador muy organizado, siempre va unos pasos por delante de los investigadores, moviéndolos en la dirección que él tiene prevista, pero poco a poco se va averiguando que en cada uno de los casos estaba implicado otro delincuente, lo que permitía al cabecilla mantenerse en la oscuridad. Además, en todo ello aparece un trasfondo psicológico que permite irse acercando a la mentalidad del misterioso criminal. El autor lo cuenta con un estilo vigoroso, apoyado en unos personajes esquemáticos pero bien bosquejados, y con un cierto tono dramático y sombrío que combina bien con la historia que está narrando. En algunos momentos afloran los tópicos habituales sobre las religiones organizadas, así como declaraciones o insinuaciones de ateísmo. La brutalidad de los crímenes, en algunos momentos bastante desagradable, se expresa con moderación formal. La mentalidad permisiva también está presente, en cierto momento concretada en una breve escena sexual.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa