NARANJAS DE SANGRE

Verena Boos es escritora alemana. Con Naranjas de sangre, su primera novela, ha obtenido varios premios en Alemania.
Maite es la hija menor de Francisco, un guardia civil valenciano de la época franquista. Con cuatro hijos y una esposa sumisa a los requerimientos del marido, Francisco siempre ha sido un hombre estricto en su comportamiento y con una vida muy conservadora. Educada en una moral católica exagerada, Maite, desde niña, ha peleado contra la educación del padre y sus exigencias morales. Siendo una adolescente consiguió abrir la caja fuerte de Francisco descubriendo algunos objetos que llevaron a Maite a sospechar de un pasado tenebroso de su padre. Con dieciocho años consigue viajar a Alemania para estudiar en la universidad de Múnich. Allí conocerá a Carlos, nieto de Antonio, un republicano de Valencia exiliado y deportado hacia los campos de concentración alemanes al término de la guerra civil española. La relación con el abuelo de Carlos la lleva a descubrir que su padre, aunque no pudo luchar en España por su corta edad, participó activamente en el frente de Leningrado junto a los nazis en la División Azul cuando tan sólo contaba con dieciocho años. De regreso a España como un héroe, su vida se iría desarrollando bajo el beneplácito de la dictadura franquista haciendo de él un personaje cruel y despiadado contra quienes eran calificados de rojos.
La autora hace uso de algunas fuentes para dar verosimilitud a una historia contada de manera muy parcial. Creando un personaje donde confluyen todas las maldades que pudieron desarrollarse en el frente nacional, puede llevar al lector hacia la generalización falseando la realidad. Por el contrario, el personaje republicano siempre se mostrará como víctima de la falta de libertad y la represión, moderado en sus formas y justificando sus intervenciones bélicas o su comportamiento moral.
La Iglesia Católica sale mal parada asociándola a una moral estricta y un cúmulo de prácticas religiosas ajenas a cualquier atisbo de caridad según el hacer del protagonista. Es notable la falta de desenvoltura de la autora con la cultura española que la lleva a la creación de personajes estereotipados en una época compleja y llena de matices. En términos generales Verena Boos no consigue un empleo correcto de los tiempos dando lugar a saltos poco acertados que junto a una traducción deficiente hace que la lectura de la novela pueda resultar para algunos lectores algo tediosa.

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