PUNTO CERO

Publicada en 1959 tiene todas las características del que fue gran maestro de la novela policiaca y de misterio japonesa y que muestra su originalidad en este nuevo relato publicado en España, donde toda la fuerza de la acción recae en una mujer joven de 26 años y que acaba de casarse.

Teiko a través de un casamentero contrae matrimonio con Kenichi, de 36 años y del que prácticamente no conoce nada de su vida. Él trabaja en una agencia de publicidad en el norte del país, pero va a ser trasladado en poco tiempo a Tokio a la oficina central. Después de la boda hacen un breve viaje de novios por las zonas cálidas, aunque ella tenía ilusión de conocer el norte, pero él la disuade. En el viaje de novios no consigue muchos datos de su vida, solo constata su cariño y su fogosidad. A la vuelta, ya en su casa, tienen todo por colocar en cajas, pero él se va con Honda que le va a sustituir en el cargo para estar con él unos días y luego volver ya definitivamente a Tokio. Han pasado 10 días de la boda y será la última vez que le verá Teiko.

Aunque recibe una postal de Kenichi, anunciándole su regreso, pasarán los días y no volverá ni tendrá ninguna noticia suya. En esa situación va a ver a su hermano, que no le da ninguna importancia a la ausencia ya que otras veces dice que ha hecho lo mismo, pero no se queda tranquila. En su casa abre una de las cajas de su marido y en un libro descubre dos fotografías: una de ellas, es una mansión con un estilo medio occidental y la otra es una casa pobre de pueblo.

Teiko decide viajar al norte e investigar desde el lugar donde trabajaba y desapareció su marido. En el viaje comienza a pensar en todas las posibilidades de lo que podía haber ocurrido y esta será la tónica de toda la novela hasta que sea ella la que acabará de descubrir todo. Sin embargo, contactará con la policía y le ayudará el que sustituyó a su marido en el cargo y que será de una gran ayuda.

Lo primero que descubrirá es que ni sabía nada de su marido, ni de su vida pasada ni de su vida actual, pero poco a poco irá descubriendo más datos y sorprendentes, y que a la vez irán acompañados de nuevas muertes. Su capacidad para intuir las situaciones y comprenderlas es muy grande y los pasos que va dando corroborarán hasta los últimos acontecimientos la dramática solución de toda la historia.

La mayor parte de la acción transcurre en el norte (se adjunta un mapa) y además en pleno invierno, tanto es así que la novela acaba en el día de año nuevo. Lo inhóspito del clima, con vientos fuertes y nieves abundantes y la proximidad de un mar bravío con siniestros acantilados, contribuyen a crear un clima muy peculiar en la novela. No podían faltar los trenes a los que es tan aficionado el autor y que forman parte de la trama.

Los personajes son perfectos, sobre todo Teiko, en la que penetra profundamente. Además la novela se desarrolla trece años después de la derrota de la Segunda Guerra Mundial, con un Japón abatido, humillado y deteniéndose en un tipo de japonesas muy jóvenes que actuaron de acompañantes de los soldados americanos para poder ganarse la vida, a veces de forma humillante.

A la novela no le sobra ni le falta nada, está en la misma línea de las anteriores, mostrando a un autor literario de gran categoría.

TROA