SABOR A CHOCOLATE

Historia de tres generaciones de una familia oriunda de Noruega y luego instalada en Dinamarca, tras muchas vicisitudes a las que no es ajeno el alcoholismo crónico del iniciador de la saga. Su nieto, residente en Amsterdam, al regresar a Dinamarca ante la proximidad de la muerte de su abuela paterna, recuerda la vida de sus antepasados inmediatos y su propia infancia. La obra constituye un retrato psicológico de grupo enmarcado en un fondo histórico-social que refleja la vida en los países escandinavos. En su segunda novela, el autor realiza una caricatura de una serie de tipos humanos representantes de estratos sociales pequeñoburgueses, que sobreviven en un entorno bastante rudo de modales y carente de cultura, aunque con cierto acomodo económico. La novela teje un entramado de relatos confluyentes sobre bisabuelos, abuelos, hijos y nietos que llevan existencias erráticas y muestran conductas muy disparatadas. Quizá el argumento tenga un fondo humorístico difícil de captar por lectores de otras áreas geográficas, pero lo que parece ofrecer la acción es una mezcla de secuencias próximas al surrealismo donde los personajes actúan con una absoluta falta de moral que, de forma inconsecuente, les produce un sentimiento de culpa que les remuerde como una invisible cabeza de perro. El estilo es ágil, con abundantes diálogos y un vocabulario coloquial, desinhibido y sembrado de términos obscenos junto a episodios eróticos descrptivos. Descarnado, grotesco unas veces y cruel otras, este cuadro familiar carece de grandeza de sentimientos.

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