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Narración ambientada en una explotación agrícola y ganadera situada en la ladera de una montaña alpina cuyo nombre da título a la obra. La acción, centrada en las actividades llevadas a cabo durante el verano por una serie de personajes a los que se conoce por su oficio: vaquero, pastor, quesero, su ayudante, porquero, campesino, se sitúa en una región de Suiza perteneciente al Cantón de los Grisones.
Desde el punto de vista técnico, la obra no puede considerarse propiamente una novela sino que ofrece una sucesión de estampas costumbristas, ordenadas cronológicamente, que, en conjunto, forman una colección unida argumentalmente por la coincidencia de tiempo, espacio y temática. Los personajes, identificados tan solo por el oficio que desempeñan, no dialogan entre ellos, sin ninguna otra actividad que sea la de ordeñar vacas, elaborar el queso o alimentar a los cerdos, siempre encerrados en la profundidad del valle en el que viven. El autor, nacido en esa región, describe paisajes y modos de vida característicos de la zona, con una precisión objetivista que excluye cualquier referencia sentimientos o emociones para resaltar así la dureza del trabajo que exige el mantenimiento de sus explotaciones agrícolas y ganaderas. Como contraste, la aparición de turistas y excursionistas, idílicos amantes del mundo alpino, se contempla con humor irónico, por su falso ecologismo romántico. La carencia de confort interior de las fotogénicas cabañas de madera, las inclemencias del clima, el difícil trato con el ganado y la suciedad que genera, el aislamiento y la carencia de distracciones, quedan expresados con nitidez en numerosas escenas escritas con estilo expresionista de indiscutible poder de comunicación.
Arno Camenisch, nacido en el Cantón de los Grisones en 1978, inicia con esta novela, primera que publica, una trilogía narrativa dedicada a su tierra natal.

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