UN DESPERTADOR PARA EL ALMA

En este libro Alfred Sonnenfeld previene a las personas que componen la sociedad actual, como si fuera un despertador del alma, del peligro del aislamiento en contra de lo que las ciencias como la filosofía, la psicología, la genética o la neurobiología demuestran. Lo propiamente humano es relacionarnos y cooperar entre nosotros. Quien vive para sí puede acabar siendo un neurótico y con el tiempo se convierte en una persona tóxica. No somos seres cerrados, tenemos una dimensión trascendente y un anhelo de infinito que nos lleva a relacionarnos con Dios, nuestra alma inmortal nos da capacidad de trascendernos para no quedarnos encerrados en nuestra pequeñez, para ser más felices y hacer más felices a los demás. Una y otra vez, la rutina se apodera de nuestros días, tenemos esa inconfundible sensación de que falta algo, que todo podría ser mejor. En esta situación debemos, con la calma que se merece, situar nuestra vida y a nosotros mismos en un contexto más trascendente y profundo, que dé sentido a todo lo demás. En este primer ensayo, el autor acompaña al lector en ese apasionante camino del despertar interior.

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