VIKINGOS

Desde hace siglos los Vikingos nórdicos quieren conquistar Irlanda y navegan hasta llegar a sus costas para hacerse con los puertos y saquear sus casas, las iglesias y monasterios; también hacen esclavos a los irlandeses, y más a las mujeres. Uno de los clanes Vikingos noruegos, los Finn Gall, lo lidera Ornolf, El Incansable. Él y sus hombres viajan a través mares tormentosos en su embarcación, un langskip llamado Dragón Rojo. Se dirigen a la costa de Irlanda, a un puerto que había sido conquistado por los Vikingos Noruegos al que llamaron Lubh-Dinn, y que después fue tomado por los Vikingos Daneses, los Dubh Gall. Antes de llegar a Lubh-Dinn sorprenden un barco irlandés y se hacen con él tras una pelea. En ese barco Thorgrim, el hijo de Ornolf, encuentra una corona que, pese a no conocer su valor ni lo que supone para los irlandeses, entierran en una playa cercana. Este es el comienzo de una novela que nos cuenta los avatares de las gestas conquistadoras vikingas, con sus combates sanguinarios y la celebración de sus victorias en las tabernas del puerto, con comilonas, borracheras, mujeres etc. La violencia y brutalidad de algunas descripciones, también sexuales, requieren cierta madurez para su lectura.
“Vikingos” es toda una novela de aventuras apta para ser llevada al cine. Con batallas, coraje, camaradería, amor e intriga. Todos los ingredientes para hacerla amena y que se siga con interés. Una novela de acción con un ritmo trepidante y vivo. Con un estilo realista, sus descripciones nos hacen meternos en el ambiente de vikingos medievales, e imaginarnos en uno de sus langskipes, entre tormentas y escaramuzas. Escrita con claridad, se sigue bien la trama y presenta con viveza los personajes: la fuerza y energía de Ornolf, la fiereza de Thorgrim, Lobo nocturno, que esconde sus buenos sentimientos, Morrigan, la esclava irlandesa, o Harald el hijo de Thorgrim y nieto de Ornolf.
El autor, el americano, James L. Nelson ha escrito otras novelas sobre temas históricos o sobre la navegación como “La ronda del pirata”, “El negrero” o “El vigía”.

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