YO Y KAMINSKI

Un recién licenciado en Historia del Arte malvive a base de trabajos ocasionales, hasta que se le ocurre escribir la biografía de un anciano pintor olvidado, que en su día fue conocido por una exposición de arte pop y alentado por artistas de la talla de Matisse y Picasso. Pero cuando logra ponerse en contacto con él, ve que no es fácil conocer realmente ni al pintor ni a los que le rodean.
Kehlmann (Múnich, 1975), autor de varias novelas y un libro de relatos, y premiado en alguna ocasión, ha tomado como protagonista a un pintor que se ha quedado ciego a causa de una degeneración de la mácula, que vive aislado por las circunstancias, por la hija con la que vive y por su propio carácter. El joven desea redactar su biografía para darse a conocer, pero no consigue averiguar casi nada en las entrevistas que sostiene con el pintor. Todo ello está contado con diálogos vivaces y con cierta ironía, pero no se logra establecer un buen retrato psicológico de los personajes, aunque sí queda claro que coexisten manipulación y buenas maneras, apariencia y verdad, olvido y memoria de asuntos pasados... Un cierto pesimismo escéptico se refleja en casi toda la novela. El estilo es ágil y bien traducido, pero no alcanza una gran calidad literaria.

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