EL NOMBRE DEL PADRE

El nombre del padre de Vanessa Springora (París, 1972) surge cuando la autora está promocionando su primera novela titulada El consentimiento. La policía la llama para que vaya a reconocer el cuerpo sin vida de su padre, un hombre peculiar a quien ella hace años que no ve. Un personaje atípico y con una orientación sexual concreta que le llevaba a tener curiosas adicciones y a conservar objetos chocantes. Al llegar a su casa y ver el cadáver evoca todo lo que ha vivido y comienza a explorar sus pertenencias. Entre las muchas y variadas cosas que hay encuentra dos fotos de su abuelo paterno cuando era un joven ciudadano checo y le sorprende que lleve insignias nazis, también recuerda que su padre fabricaba esvásticas. Vanessa sospecha y se pregunta si lo que le han contado sobre el pasado familiar es cierto o no. Ella siempre ha oído que su abuelo fue reclutado a la fuerza por el nazismo y, posteriormente, fue disidente del régimen comunista, ayudado por su esposa. Ahora quiere conocer la verdad e inicia una exhaustiva investigación para descubrir la identidad familiar. Springora explora documentos familiares y ajenos y también busca testigos en diferentes países que puedan aportar datos. La novela alterna diversos recursos narrativos y enlaza hechos históricos y recuerdos familiares en una búsqueda que resulta dolorosa pero necesaria. Para Vanessa S. su abuelo siempre fue un héroe y ahora sospecha que pudo ser un traidor y colaborar con el horror. El nombre del padre es una novela escrita con fuerza narrativa, estilo muy personal y prosa de gran impacto. A lo largo de estas líneas Springora reflexiona y se hace preguntas acerca del antisemitismo y otros acontecimientos del siglo XX y disecciona la débil frontera que hay a veces entre el bien y el mal. Un relato valiente y multifocal que alterna ficción, historia y una búsqueda sincera del pasado. Un trabajo arduo que le lleva a comprender mejor la personalidad de su padre e incluso a perdonar. A lo largo de la novela hay alguna referencia a la conducta de su padre homosexual pero los detalles que se muestran no resultan demasiado estridentes y la autora no se detiene en describirlos.

TROA