NELE Y LA FIESTA DE CUMPLEAÑOS

Nele, a punto de cumplir nueve años, quiere organizar una celebración por todo lo alto aprovechando que su familia ya no vive en un piso pequeño sino en un castillo, cuyo parque ofrece la posibilidad de dar cabida a multitud de actividades. Su tía Adelaida se propone ayudarla con ideas originales y atrayentes, pero el problema surge cuando la niña pide como regalo un precioso cachorro de la camada que ha tenido la perra de su amigo Lukas. Su madre se opone a que tenga un perro porque considera que no será capaz de ocuparse de él, motivo por el cual Nele se niega a celebrar ninguna clase de fiesta. El padre de Lukas le sugiere que, si tanto le gustan los perros, se ofrezca como paseadora de los de la vecindad, idea que la protagonista, siempre muy emprendedora, pone en práctica con entusiasmo y que realiza con notable éxito. La obra, escrita con estilo sencillo de tono amable, trata de modo realista el problema que suponen las mascotas domésticas, en función de los cuidados que requieren y según el tamaño de las viviendas, a la vez que destaca los beneficios psicológicos que aporta un animal de compañía. El desarrollo argumental pone de manifiesto la necesidad de conciliar posturas opuestas y conseguir acuerdos razonables para mantener en buen estado la convivencia familiar. El sentido del humor se revela medio muy eficaz de mantener posiciones los padres y a la vez entender el conflicto de sus hijos y procurarle solución.

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