¡ADIOS, LIBROS MIOS!

Kogito Choko, escritor anciano y convaleciente, se retira a una casa especial, la casa Gerontion, en la Villa universitaria con su amigo de la infancia y arquitecto, Shigeru, y dos jóvenes que les asisten. Las conversaciones que mantienen sobre la vejez, el suicidio y la senilidad se hace en torno a su pasado común, su amistad y profesión. Interpretan lo que cada uno hizo, sus intenciones e influencias. Kogito es el alter ego de Kenzaburo: escritor como él, revisa su vida y el destino marcado por su madre y su amistad infantil con Shigeru.
Las conversaciones son reiterativas y cada situación se revisa una y otra vez y se interpreta desde diversos puntos de vista. Los poemas de T.S. Eliot, en especial “Gerontion”, que da nombre a la casa; la obra de Beckett “Esperando a Godot” y “Los demonios” de Dostoieski, son las obras alrededor de las cuales se construye la trama. El caso Mishima y su suicidio en relación con un grupo violento es otro de los centros de reflexión. Shigeru tiene un plan para realizar en la casa Gerontion, en relación con el terrorismo y los actos de violencia y su propia profesión de arquitecto. Las conversaciones con las personas que llegan a la casa para realizar obras que resultan ser planes de entrenamiento, se enlazan con las preguntas a Choko sobre el armamento y la revisión de las tesis de sus obras literarias. Cada acción tiene una finalidad y un sentido que no se le desvela a Kogito, a pesar de ser el dueño de la casa, de tal modo que vive en arresto domiciliario y se le quiere involucrar en una acción de violencia de cierta importancia. Más que la acción en sí misma, importa el modo de concebirla de Shigeru, un anciano que quiere seguir siendo importante y quiere seguir teniendo un ascendiente sobre Kogito: a pesar de que ambos han triunfado en su vida, Shigeru no está satisfecho. La novela es una intensa reflexión y conversación sobre la obra de una vida, sobre la relevancia de la misma y sobre la sabiduría o la chochez de la ancianidad. También sobre el suicidio y el terrorismo.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa